Los niños y niñas tienen derecho a que cuando aún habiten en el vientre materno su madre y padre, además de acariciar deben leerles rimas, cantilenas, poemas y cuentos; si es posible también plantear les una adivinanza de modo que cuando estén en este mundo, y ya sepan hablar, sorprendan a todos dando la respuesta.
Danilo Sánchez, presidente del INLEC, reconocido poeta, investigador y principal promotor de la lectura y la literatura infantil
Desde antes de nacer, los niños ya pueden tener contacto con la lectura. Y qué mejor que esto sea a través de la voz de su mamá o de su papá, quienes pueden leerles o contarles cuentos con todo su cariño y su amor.
Aunque no sepan leer, los recién nacidos pueden estar en contacto con los libros. Al comienzo, con unos fáciles de manipular y con más dibujos que textos.
Para que el niño adquiera el hábito de la lectura es indispensable que el ejemplo comience en casa. Si los bebés y los niños ven a sus padres leyendo de forma placentera y como un hábito diario, también les tomarán amor a los libros. Aunque a su edad solo deslicen su dedo sobre las letras mientras inventan su propia historia.
Esta actividad también les sirve para socializar con otros niños. Con libros grandes y atractivos, los menores pueden compartir con otros niños y adquirir nuevos conocimientos. A unos les interesarán más las plantas, a otros los carros y algunos las letras grandes. Lo importante es estimularlos.
Para tener en cuenta
Encontrar un libro adecuado según la edad no es cosa del otro mundo. Si quiere que su hijo le coja amor a la literatura, siga estos cinco pequeños pasos que, según la sicóloga Paola Delgado, se verán reflejados en un nuevo lector.
Genere hábitos. Si usted es de los que les da pereza sentarse con su hijo a leer un libro en sus primeras etapas de vida, no espere que él tenga entusiasmo por conocer la lectura en el futuro. Por esto, dedíquele un buen tiempo, léale y anímelo; esto ayudará a recrear su imaginación y le permitirá ejercitar la mente.