lunes, 30 de octubre de 2017

Lecturas que dan miedo

Nuestra biblioteca ya está preparada con la exposición de lecturas que dan miedo. Durante la  semana del 30 de octubre al 3 de noviembre, el alumnado podrá leer especialmente, los libros que previamente  el equipo de biblioteca ha seleccionado entre los fondos con temática relacionada con la muerte, el terror, miedo, suspense, historias de vampiros, fantasmas...
 
¡Mucho ánimo y a leer se ha dicho!



                     
                   

       

                         
                       



Libros para hablar de la muerte a los niños/as

Para un niño no es fácil comprender que la muerte es el final natural del recorrido de todo ser vivo. En los primeros años entienden la idea de la muerte como algo reversible, atemporal e impersonal. Esta idea se ve reforzada en parte al ver dibujos animados que vuelven a la vida tras ser aplastados o explotados. Pero será un poco más adelante, entre los 6 y los 9 años, cuando empiecen a sospechar que la muerte es algo definitivo y es ahí donde comienza la verdadera angustia.
A un niño la muerte le genera sentimientos de culpa, de ira; en ocasiones se producen regresiones en su estado evolutivo y hasta pequeñas depresiones y problemas de comportamiento. Sobre todo si no hay a su alrededor adultos que le ayuden a afrontar el tema, que le ofrezcan palabras para definir lo que sienten, que les dejen llorar a gusto… Un buen recurso para esto pueden ser los cuentos y los libros infantiles. Historias que contadas por otros puedan ayudarles a comprender el proceso y a elaborar el duelo, el concepto… La distancia que aporta la fantasía resulta básica para ayudarles a entender la pérdida de un ser querido.
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No es fácil, pequeña ardilla’. Elisa Ramón y Rosa Osuna. Kalandraka.
Perder a alguien querido no es nada sencillo, y esta inteligente historia contada con gran elegancia permite a los niños y niñas a que perciban de un modo natural la experiencia de la muerte. Una pequeña ardilla vive su particular duelo, donde inevitablemente aparecen sentimientos de ira, tristeza… Tan triste se siente que piensa que nunca jamás volverá a ser feliz.
el arbol de los recuerdos

El árbol de los recuerdos’. Britta Teckentrup. NubeOcho.
Este álbum, reciente finalista del premio del Gremio de Libreros de Madrid 2014, nos cuenta el final de la larga y feliz vida de un zorro que, cansado, decide ir a buscar su lugar favorito en el claro del bosque para observar por última vez sus árboles y quedarse dormido para siempre. La nieve, junto con los animales del bosque, serán los encargados de ir despidiéndose del zorro. El silencio invade este historia hasta que cada animal que ha compartido la vida con el zorro van desgranando sus recuerdos. Esta historia, dulce y reconfortante, celebra la vida y todos los recuerdos que permanecen en nosotros tras la muerte de un ser querido. Y lo importante que es mantenerlos y compartirlos para que esa persona no muera definitivamente.
Una casa para el abuelo’. Grasa Toro e Isidro Ferrer. Libros del Zorro Rojo
Una familia sale de paseo en busca de un lugar para enterrar al abuelo. Y tras mucho buscar, encuentran el lugar perfecto, un campo de girasoles. Allí darán sepultura al abuelo, pero a la vez también construirán una nueva casa donde todo continuará viviendo. Esta historia, simbólica y sutil, sobre los recuerdos y los seres queridos que permanecen en nuestras vidas, nos va a permitir hablar de la muerte desde otro punto de vista. Isidro Ferrer utiliza personajes afables para representar el ciclo de la vida, donde el pasado se convierte en el motor del futuro.
'La balada del rey y la muerte'



Cuando la muerte vino a  nuestra casa

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Jürg Schubiger y Rotraut Susanne Berner narran en su libro un lugar y una época en que no se conocía a la Muerte. Ni siquiera su nombre."¿Muerte? Nunca oído. Entonces no había una última hora. Solamente existía la primera, la segunda, la tercera, la milésima… Siempre una más. Horas y horas, tantas como alcanzaba el horizonte". Todo lo que existía, se mantenía bello e intacto. Sin embargo, la Muerte llega un día como un desconocido, de paso por la aldea o, mejor dicho, tropieza entrando en ella, ya que es torpe. Tan torpe que los niños tienen que reírse. Tan torpe que, por la noche, fumando sobre una alpaca de heno, quema la casa. A la mañana siguiente, llorando, la Muerte se autoinculpa desesperada:"¿Qué es lo que he vuelto a hacer?".
Este libro ilustrado cómo con la muerte no solamente aparece el sufrimiento sino también la compasión y el consuelo."Es un gran logro narrar con sencillez algo así: que lo finito da y quita vida"(Tagesanzeiger).
 
Este es el video del cuento:




Julia tiene una estrella, Eduard José. Editorial La Galera
 La madre de Julia sufre una enfermedad terminal. Antes de morir le explica a la niña que irá a trabajar en una estrella.
Siempre te querré, pequeñín, Debi Glori. Editorial Estrella Polar
Es un cuento muy entrañable, dirigido a los más pequeños, que habla de el amor incondicional entre dos personas: la madre y el hijo. Además de plantear un tema tan importante como la durabilidad y la consistencia del amor, Debi Glori aborda el tema de la muerte. Está muy bien para trabajarlo en cualquier momento, aunque no se haya producido ninguna muerte.
Podéis disfrutar del vídeo del cuento:

Vacío, Anna Llenas. Editorial Barbara Fiore


Perder algo y afrontar el vacío que ha dejado. Cualquier pérdida nos provoca tristeza y desolación, a menudo en diferentes grados. El cuento explora diferentes tipos de pérdidas y trabaja la resiliencia, aquello que nos permitirá sobreponernos a la adversidad.

Anna Llenas nos ofrece diferentes recursos para trabajar este tema a partir del libro. Puedes encontrarlos en su pàgina web o haciendo clic en la imagen.
L’EDU, el petit llop, Gregoire Solorareff. Editorial Corimbo
El tío de Edu, un lobo pequeño, muere en un accidente cuando salían a cazar. En medio de este trance, Edu encontrará a un conejito que le ayudará a enterrarlo. La historia habla con naturalidad sobre la muerte y da importancia a la amistad en momentos difíciles.
Podéis disfrutar de este cuento en el siguiente vídeo:

Cuerpo de nube, Ana Eulate. Editorial Cuento de Luz

 
Kor Derito es una oveja que tiene cuerpo de nube y que se pone enferma. La madre la cuida, pero finalmente, muere y se convierte en la nube más bella de todas. Ahora, la oveja ayuda a los niños a tener dulces sueños.
Aquí tenéis un adelanto del cuento:

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Mar Cortina es una de las mayores especialistas en duelo de los niños del país. En este cuento, aprenderemos que la muerte forma parte de la vida y que aquellas personas que quieres nos van dejando a lo largo del camino. Los abuelos, son una parte muy importante en la existencia de los pequeños y una ausencia que probablemente tendrán que afrontar.
El árbol de los recuerdos, Britta Teckentrup. Nube Ocho

Zorro ha vivido durante muchos años. Ha sido feliz, pero ha llegado la hora de despedirse. Este cuento nos gusta especialmente  porque es optimista y nos alenta a celebrar las cosas buenas de la vida y los recuerdos felices con nuestros seres queridos que ya no están con nosotros.
.Fuentes.
-El asombrio
La casa del libro

 
 



viernes, 27 de octubre de 2017

Celebrando el Día de las Bibliotecas

Celebramos el Día de las bibliotecas con un gran panel donde cada alumno/a libremente escribe sobre lo que podemos hacer en la biblioteca.
También hacemos una gran guirnalda de fiesta para adornar y llamar la atención a lugar más bonito del colegio. 



 



















lunes, 23 de octubre de 2017

¡Vivan nuestras bibliotecas!

 
 
Ven a decorar la biblioteca: ¡Al recortaje!
 
 
Desde 1997, cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada el 1992 durante la Guerra de los Balcanes.
Se trata de una iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el apoyo del Ministerio de Cultura.
 El objetivo es concienciar a la sociedad de la importancia de la lectura y como homenaje y reconocimiento a la labor de los bibliotecarios y bibliotecarias. Cada año se celebra en una biblioteca concreta y este 2017 es el turno de Talavera de la Reina, donde durante una semana se celebrarán diversas actividades.
 
  
 
 
 
Texto del pregón: “Como Mary Poppins, pero sin volar”
Soy sobrino de bibliotecaria. Desde que tengo memoria, mi tía, que acaba de cumplir ochenta años, me ha regalado un libro el día de mi cumpleaños. Primero fue la serie de Osear, con su Kina y su láser, de la gran Carmen Kurtz; llegaron después las aventuras de Los Cinco, algunos clásicos ilustrados, la gran Nada de Carmen Laforet… La lista es larga y el disfrute ha sido mágico, porque mi tía entiende la lectura como algo que cura, que aleja al inocente de lo que agrede, y yo -y ella lo sabe- siempre he sido demasiado vulnerable a lo que daña, sea o no imaginado, sea o no real.

Mi tía se llama Nuria y desde niña sufre mucho de la vista. Aun así, trabajó durante décadas fomentando el amor por la lectura en hombres y mujeres, chicos y chicas a los que no conocía, pero cuya mirada no tardó en aprender a leer, a identificar y a descifrar. Ella decía -y a veces dice todavía- que “repartía refugio”, y se emociona al recordarlo. La he oído también confesar en algunos momentos de nuestra historia común, que no fueron fáciles y que vivimos juntos: “Decidí ser bibliotecaria porque así me aseguraba de que, por muy mal que nos fueran las cosas, aunque faltara el agua caliente o la calefacción, siempre tendríamos un libro en casa”. Ahora, quince años después de su jubilación, soy yo quien le recomienda lecturas. Leemos un libro a la vez y nos juntamos cada quince días a coomer y a comentar lo leído, en lo que hemos bautizado como “El club de las 2”, porque intentamos en lo posible que coincida con el día 2 de cada mes, a las 2, y porque somos dos almas lectoras que no tienen freno. Durante estos años de club, ella me ha contado cosas, muchas cosas de su vida en la biblioteca, y desde que la oigo hablar como lo hace sobre su amor por esa vocación, que no decrece a pesar del tiempo, no puedo dejar de maravillarme y de preguntarme cómo definiría yo a una bibliotecaria -o a un bibliotecario- llegado el caso.
Hasta hace unos meses no di con la respuesta.

Fue a raíz de la publicación de Un hijo, durante una charla en un centro de enseñanza de una capital andaluza. Y fue precisamente gracias a un niño de diez años que, junto con otros 1OO, había leído la novela y quería conocer a su autor. Por motivos de espacio, el acto tuvo lugar en la biblioteca del centro, con un par de profesoras y la encargada de la biblioteca. La charla fue muy intensa, mucho más de lo que yo esperaba, y se alargó. Cuando por fin llegamos al final del turno de preguntas, un niño que estaba sentado en la primera fila levantó la mano.
-A mí lo que más me ha gustado del libro es María -dijo refiriéndose a la orientadora del centro, que es, junto con el pequeño Guille, la protagonista del libro.
Quise saber por qué. El niño, llamado Ismael, se rio un poco y luego, mirando a una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta. dijo:
-Porque es igual que la seño Lourdes. -Una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta se encogió un poco y negó con la cabeza, incapaz de reprimir una sonrisa. Ismael no había terminado-. Vive en la biblioteca porque si no los libros a lo mejor se van. O se mueren.

Se hizo el silencio en la biblioteca. Nadie se rio. Nadie dijo nada. Fueron segundos llenos de respiraciones contenidas, de tensión y de infancia.
-Es que es bibliotecaria -volvió a hablar Ismael. Y al ver que yo lo miraba sin saber qué decir, debió de entender que necesitaba explicarse mejor, y añadió-: O sea, como Mary Poppins, pero sin alas.
Hoy es un día especial. Celebramos el Día de las Bibliotecas y celebramos también que cientos, miles de Mary Poppins sin alas velan por los libros que las habitan para que no se mueran ni se vayan, e Ismael siga creyendo que la vida está en los libros y su reflejo fuera. Hoy es el día en que, un año más, la magia se renueva y todas las bibliotecarias y bibliotecarios del mundo se saludan con una mirada cómplice y un largo. hermoso y tierno:
“Supercalifragilísticoespialidoso”.

Texto: Alejandro Palomas / Ilustración: Manuel Marsol

lunes, 16 de octubre de 2017

16 de Octubre Día de las escritoras

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Hoy  16 de octubre se llevará a cabo, por segundo año consecutivo, el Día de las Escritoras. Un acto de homenaje, promovido por la Biblioteca Nacional de España (BNE), la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas (CyM), concebido para recordar el legado cultural de las escritoras del ámbito hispánico e hispanoamericano y las dificultades que en el pasado impidieron un justo desarrollo y reconocimiento a su labor.


El acto consistirá en la lectura de veinte breves fragmentos de textos escritos por autoras  españolas e hispanoamericanas a cargo de personas de reconocido prestigio social y cultural y con una especial representación de autoras en activo.

La idea es que cada año los textos giren en torno a un tema que funcione como hilo conductor y vertebrador del acto. En 2017, el tema propuesto es Mujeres, saber y poder, inspirado en el concepto del  empoderamiento femenino.

Los textos seleccionados en 2017 corresponden a autoras que en el pasado reflexionaron ya sobre la necesidad de este empoderamiento femenino. Textos de mujeres que escribieron sobre la fortaleza interior que es precisa  para enfrentarse al mundo, como lo hizo la propia Teresa de Jesús; o bien que reivindicaron su creatividad, o la necesidad de trazar su propio destino.

Todos los textos seleccionados pertenecen a autoras españolas, con presencia de las cuatro lenguas oficiales del Estado, o autoras hispanoamericanas, en ambos casos  ya fallecidas. Teresa de Jesús, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Carolina Coronado, Mercedes Cabello de Carbonera, Emilia Pardo Bazán, Victor Català (Caterina Albert), Juana de Ibarbourou, Elena Fortún, Teresa de la Parra, Maria Etxabe, Julia de Burgos, Alfonsina Storni, Dolores Medio, Rosario Castellanos, Mercè Rodoreda, Elena Soriano, Elena Garro, Begoña Caamaño, Carmen Martín Gaite y Gloria Fuertes.


martes, 10 de octubre de 2017




Desde de 1997, cada 24 de octubre se conmemora el Día de la Biblioteca, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo incendiada el 1992 durante la Guerra de los Balcanes. Esta conmemoración nació para trasladar a la opinión pública la importancia de la biblioteca como lugar de encuentro de los lectores de todas las edades con la cultura, y como un instrumento de mejora de la formación y la convivencia humana.
Cada año se encarga a un escritor y a un ilustrador, ambos de reconocido prestigio, la redacción del pregón y el diseño del cartel que se difunde entre todas las bibliotecas de España, asociados e interesados. Este año los elegidos han sido el Premio Nacional de Literatura Infantil 2016, Alejandro Palomas, y el ilustrador Manuel Marsol, último ganador del Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia-Fundación SM.
Aquí os dejo el texto del pregón:

Texto del pregón: “Como Mary Poppins, pero sin volar”
Soy sobrino de bibliotecaria. Desde que tengo memoria, mi tía, que acaba de cumplir ochenta años, me ha regalado un libro el día de mi cumpleaños. Primero fue la serie de Osear,con su Kina y su láser, de la gran Carmen Kurtz; llegaron después las aventuras de Los Cinco, algunos clásicos ilustrados, la gran Nada de Carmen Laforet… La lista es larga y el disfrute ha sido mágico, porque mi tía entiende la lectura como algo que cura, que aleja al inocente de lo que agrede, y yo -y ella lo sabe- siempre he sido demasiado vulnerable a lo que daña, sea o no imaginado, sea o no real.
Mi tía se llama Nuria y desde niña sufre mucho de la vista. Aun así, trabajó durante décadas fomentando el amor por la lectura en hombres y mujeres, chicos y chicas a los que no conocía, pero cuya mirada no tardó en aprender a leer, a identificar y a descifrar. Ella decía -y a veces dice todavía- que “repartía refugio”, y se emociona al recordarlo. La he oído también confesar en algunos momentos de nuestra historia común, que no fueron fáciles y que vivimos juntos: “Decidí ser bibliotecaria porque así me aseguraba de que, por muy mal que nos fueran las cosas, aunque faltara el agua caliente o la calefacción, siempre tendríamos un libro en casa”. Ahora, quince años después de su jubilación, soy yo quien le recomienda lecturas. Leemos un libro a la vez y nos juntamos cada quince días a coomer y a comentar lo leído, en lo que hemos bautizado como “El club de las 2”, porque intentamos en lo posible que coincida con el día 2 de cada mes, a las 2, y porque somos dos almas lectoras que no tienen freno. Durante estos años de club, ella me ha contado cosas, muchas cosas de su vida en la biblioteca, y desde que la oigo hablar como lo hace sobre su amor por esa vocación, que no decrece a pesar del tiempo, no puedo dejar de maravillarme y de preguntarme cómo definiría yo a una bibliotecaria -o a un bibliotecario- llegado el caso.
Hasta hace unos meses no di con la respuesta.
Fue a raíz de la publicación de Un hijo, durante una charla en un centro de enseñanza de una capital andaluza. Y fue precisamente gracias a un niño de diez años que, junto con otros 1OO, había leído la novela y quería conocer a su autor. Por motivos de espacio, el acto tuvo lugar en la biblioteca del centro, con un par de profesoras y la encargada de la biblioteca. La charla fue muy intensa, mucho más de lo que yo esperaba, y se alargó. Cuando por fin llegamos al final del turno de preguntas, un niño que estaba sentado en la primera fila levantó la mano.
-A mí lo que más me ha gustado del libro es María -dijo refiriéndose a la orientadora del centro, que es, junto con el pequeño Guille, la protagonista del libro.
Quise saber por qué. El niño, llamado Ismael, se rio un poco y luego, mirando a una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta. dijo:
-Porque es igual que la seño Lourdes. -Una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta se encogió un poco y negó con la cabeza, incapaz de reprimir una sonrisa. Ismael no había terminado-. Vive en la biblioteca porque si no los libros a lo mejor se van. O se mueren.
Se hizo el silencio en la biblioteca. Nadie se rio. Nadie dijo nada. Fueron segundos llenos de respiraciones contenidas, de tensión y de infancia.
-Es que es bibliotecaria -volvió a hablar Ismael. Y al ver que yo lo miraba sin saber qué decir, debió de entender que necesitaba explicarse mejor, y añadió-: O sea, como Mary Poppins, pero sin alas.
Hoy es un día especial. Celebramos el Día de las Bibliotecas y celebramos también que cientos, miles de Mary Poppins sin alas velan por los libros que las habitan para que no se mueran ni se vayan, e Ismael siga creyendo que la vida está en los libros y su reflejo fuera. Hoy es el día en que, un año más, la magia se renueva y todas las bibliotecarias y bibliotecarios del mundo se saludan con una mirada cómplice y un largo. hermoso y tierno:
“Supercalifragilísticoespialidoso”.